Aprendizaje del cachorro con premios o castigos

Aprendizaje del cachorro con premios o castigos

Aprendizaje del cachorro con premios o castigos
Adiestrar a un cachorro
Para fomentar el aprendizaje, podemos utilizar inicialmente recompensas de comida que se darán cuando el cachorro realice un comportamiento que le hayamos solicitado. A continuación, este premio puede sustituirse por prestar nuestra atención al pequeño. ¿Qué queremos decir con "prestarle atención"? Podemos confirmar que lo que hace es adecuado diciéndole "bien hecho", permitiéndole acceder a un recurso (por ejemplo, un juguete que desea), dándole una caricia, proponiéndole una actividad preferida. Si el pequeño tiene comportamientos que no nos gustan, podemos limitarnos a interrumpir la interacción y no prestarle atención. De este modo, podremos ayudarle a comprender mejor lo que puede y no puede hacer, estableciendo interacciones sanas sin recurrir a los castigos.

Decirle a un cachorro que ha hecho algo mal
¿Por qué no se recomiendan los castigos? Como ya se ha mencionado, el uso de castigos verbales o físicos (regañarle constantemente, tirarle de la correa, darle una bofetada) puede crear incoherencia en nuestra comunicación g y fomentar en el cachorro inseguridad y desconfianza hacia nosotros. Levantar la voz a menudo no ayuda al cachorro a entender el motivo de nuestra irritación. Por otro lado, puede llevar al cachorro a preocuparse más por acercarse e interactuar con nosotros, al no entender la razón de nuestro repentino cambio de humor. Imaginemos la confusión que puede surgir en él si de repente le regañamos si salta sobre nosotros (quizá porque estamos vestidos para salir) o se sube al sofá (¡porque queremos sentarnos en ese sitio cuando otras veces le hemos pedido que lo haga!

Recompensar a un cachorro con comida: ¿es correcto?
Por último, recuerda que podemos proponer un recurso (comida, juguetes) de diferentes maneras:
  1. CEBO: Actividad que consiste en seguir el objeto. En este caso, la atención del cachorro estará totalmente dirigida a perseguir el objeto y no podrá concentrarse (en detrimento del aprendizaje).
  2. EXPECTACIÓN: saber que una determinada acción obtendrá una recompensa (por ejemplo, cuando el perro se sienta).
  3. PREMIO: una golosina u otro regalo que llega de forma inesperada.
Es importante evitar utilizar el recurso como cebo ya que el riesgo, además de aumentar la atención sobre el objeto en detrimento de la concentración, es que se mina la confianza que el cachorro deposita en nosotros. El cebo debe utilizarse con cuidado y sólo para determinadas actividades, preferiblemente realizadas bajo la supervisión de un profesional.