Jugar con el gatito
A los gatitos les encanta jugar
El comportamiento de juego empieza a aparecer alrededor de la 3ª semana de vida del gatito. El pequeño mueve todo el cuerpo o una pata sin motivo y observa lo que ocurre con asombro. Los juegos con objetos, por su parte, se hacen cada vez más frecuentes a partir de la 3ª semana de vida. Por ejemplo, se puede golpear un trozo de papel con la pata, lanzarlo y cogerlo, empujarlo y agarrarlo con la boca, atraparlo tras un salto o perseguirlo como un auténtico cazador. A partir de la 4ª semana, el gatito empieza a jugar con la madre y otros hermanos. Los gatitos se agarran a la cola de la madre, echan carreras unos contra otros, se ponen frente a frente o se enzarzan en una pelea juguetona. El pequeño, jugando, desarrolla el sistema muscular, mejora la coordinación, mejora las habilidades sensoriales (como la vista y el tacto) y aprende a comunicarse.
Elegir bien los juguetes para gatos
Pelotas de papel o goma, corchos o plástico, objetos cubiertos de tela o plumas, nueces o avellanas, piñas y palos permiten al pequeño felino practicar la caza. Es necesario
poner todos los juguetes en un recipiente como una caja de cartón (del tamaño de una caja de zapatos). El gatito los utilizará y los esparcirá por todas partes. El propietario debe volver a colocarlos en su sitio todos los días. Para evitar que el gatito se aburra, recomiendo añadir periódicamente nuevos juguetes y retirar otros más antiguos, ya que la introducción de nuevos objetos estimula el interés.
Jugar juntos: ¿cómo se juega con un gato?
Las actividades lúdicas que el gatito realiza con los padres mascota son cruciales para desarrollar un vínculo fuerte. Se recomienda encarecidamente realizar juegos que impliquen la participación del gatito en las actividades cotidianas de la familia y juegos de colaboración en los que nos divirtamos juntos. Dejar que el gatito elija lo que más le gusta permite a los padres adoptivos comprender los gustos y preferencias del pequeño. Esto es lo que hay que hacer:
- Involucre al gatito en la limpieza de la casa durante tareas comunes como cambiar las sábanas, fregar el suelo, quitar el polvo, vaciar un armario o incluso montar un mueble.
- Los objetos que nos rodean dentro del hogar pueden transformarse en obstáculos. El gato puede subirse o pasar por debajo de una silla o hacer slalom entre las patas de la mesa.
- Llenar una caja de cartón (del tamaño de una caja de zapatos) con al menos dos capas de bolas de papel blanco de cuaderno y esconder dentro un ratón de juguete para que el minino lo encuentre como si estuviera de caza.
- Construya un avión de papel y rete al gatito a atraparlo en el aire.
- Estimule la enigmática inteligencia del pequeño felino proponiéndole algunos rompecabezas sencillos, como esconder un ratón de tela o un premio debajo de un vaso de café de plástico transparente.
Conviene limitar el tiempo dedicado a juegos que puedan resultar demasiado fatigosos, como lanzar objetos o incitar a la persecución de hilos o plumas. Estas actividades agitan al gatito, ya que favorecen el uso de los dientes y las uñas. Deben evitarse los juegos que no tengan solución y que el gato no pueda ganar. La luz proyectada por un puntero láser entra en esta categoría. La imagen es intangible y no permite al gatito "cazar la presa". Esta actividad no es un juego, ya que provoca una elevada excitación seguida de una gran sensación de frustración.