Reacciones alimentarias adversas: Lo que hay que saber
¿Picor, caspa, enrojecimiento de la piel? Todo ello podría estar relacionado con la alimentación. Al igual que los humanos, nuestros perros y gatos también están sujetos a reacciones alimentarias adversas causadas por una dieta inadecuada. El
Farmina Genius, su fuente de confianza que "habla" y "entiende" con fluidez los sentimientos y deseos de sus amigos de cuatro patas. Le enseñará todo sobre las reacciones alimentarias adversas, cuáles son las señales de alarma más comunes a las que hay que prestar atención y, en definitiva, cómo reaccionar de inmediato con la ayuda experta de un
veterinario y de su
Consultor Genius.
¿Qué son las reacciones alimentarias adversas?
Antes de adentrarse en cómo evitar las reacciones alimentarias adversas con el consejo experto de su Consultor Genius y su Veterinario Local, podrá distinguir entre dos términos comúnmente mal concebidos que describen más las reacciones alimentarias adversas: Alergia e Intolerancia. Una
intolerancia alimentaria es una reacción adversa a un alimento que
NO está relacionada con el sistema inmunitario sino con el alimento ingerido. La intolerancia puede clasificarse como:
- Metabólico (deficiencia de algunas enzimas como la intolerancia a la lactosa)
- Farmacológicos (algunos alimentos también pueden tener efectos, basta con pensar en el impulso que da la cafeína de tu café)
- Tóxicos (microorganismos que producen toxinas: botulinum de bacterias y aflatoxinas de hongos, etc.)
- Mecanismos desconocidos (también conocidos como idiosincrásicos)
Por otro lado, una
alergia alimentaria se define como una reacción adversa que ESTÁ relacionada con el sistema inmunitario y NO es atribuible a ningún efecto fisiológico relacionado con el alimento ingerido y/o alguno de sus aditivos. En otras palabras, el alimento desencadena el sistema inmunitario de la mascota, que reacciona y provoca los síntomas.
Síntomas comunes
Cuando una reacción alimentaria adversa afecta directamente a su perro o gato, hay algunos patrones comunes que deben ser vigilados de cerca. La primera señal de alarma y también la más frecuente está relacionada con los posibles síntomas cutáneos. Los signos dermatológicos más comunes, se caracterizan por un picor no estacional localizado. En las zonas centrales (axilas, ingle, cuello ventral), hocico, extremidades, pabellón auricular interno y zona perineal. También pueden observarse algunos signos no dermatológicos. Entre los más comunes tenemos los vómitos, la diarrea, el aumento de la frecuencia de la defecación y la flatulencia. La genética también desempeña un papel en la aparición de reacciones alimentarias adversas, ya que hay algunas razas de perros que tienen una fuerte predisposición a las reacciones alimentarias adversas, como los pastores alemanes, los West Highland White Terrier, los labradores y los Golden retriever. En cuanto a las razas de gatos, las más propensas a desarrollar una reacción alimentaria adversa son: los gatos persa, siamés y birmano.