Reacciones alimentarias adversas en perros y gatos
Tipos de reacciones adversas a los alimentos.
Se sabe que los perros y los gatos presentan una amplia gama de alergias e intolerancias alimentarias, que pueden provocar reacciones adversas a los alimentos. Estas reacciones pueden ir de leves a graves y causar diversos síntomas.
En primer lugar, conviene distinguir dos tipos principales de reacciones alimentarias adversas en perros y gatos: las alergias alimentarias y las intolerancias alimentarias.
Alergias alimentarias: Las alergias alimentarias se producen cuando el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada a una proteína específica de un alimento. El sistema inmunitario produce anticuerpos para combatir la proteína, lo que provoca una reacción alérgica. Las alergias alimentarias pueden desencadenarse por cualquier tipo de alimento, pero los alérgenos más comunes en perros y gatos son la carne de vacuno, los lácteos, el pollo, el trigo y la soja.
Intolerancias alimentarias: Las intolerancias alimentarias se producen cuando el sistema digestivo de una mascota es incapaz de digerir correctamente un alimento específico. Esto puede deberse a una falta de determinadas enzimas o a una sensibilidad a ciertos ingredientes. Las intolerancias alimentarias más comunes en perros y gatos son la intolerancia a la lactosa, la intolerancia al gluten y la sensibilidad a determinados tipos de proteínas.
Síntomas de las reacciones alimentarias adversas
Las reacciones alimentarias adversas en los animales de compañía pueden manifestarse de diversas formas, dependiendo de la gravedad de la reacción. He aquí algunos síntomas comunes a los que hay que prestar atención:
- Irritación de la piel: picor, enrojecimiento y puntos calientes
- Problemas digestivos: diarrea, vómitos e hinchazón.
- Problemas respiratorios: tos, sibilancias y estornudos.
- Infecciones de oído: enrojecimiento, picor y secreción
Diagnóstico y tratamiento
Si observa alguno de estos síntomas en su mascota, no dude en acudir al veterinario. Su veterinario puede ayudarle a diagnosticar el problema y recomendarle un tratamiento.
Una forma habitual de identificar posibles intolerancias es realizar una prueba de eliminación de alimentos. Consiste en dar a su mascota una dieta que no contenga ninguno de los alérgenos o intolerancias sospechosos durante un tiempo para ver si mejoran los síntomas. Si mejoran, el veterinario reintroducirá lentamente distintos alimentos para determinar qué alérgenos o intolerancias específicos causan la reacción.
Una vez identificado el alérgeno o la intolerancia, el mejor tratamiento consiste en evitar alimentar a su mascota con ese alimento concreto.
El veterinario también puede recomendar medicación para ayudar a controlar los síntomas.
Cuando se realiza un ensayo de eliminación de la dieta de una mascota, una de las opciones más eficaces es proporcionarle alimentos que sólo contengan proteínas hidrolizadas. De hecho, el sistema inmunitario de la mascota no puede reconocer este tipo de proteína como alérgeno.