¿Por qué vomita tu gato?

¿Por qué vomita tu gato?

Reconocer la regurgitación o los vómitos
En primer lugar, es importante diferenciar entre regurgitación y vómito, ya que tienen causas subyacentes distintas. 
La regurgitación es un proceso pasivo en el que los alimentos o líquidos no digeridos son expulsados sin ningún esfuerzo abdominal asociado.
Aparece como alimento no digerido y puede tener forma cilíndrica. Suele aparecer poco después de una comida y puede deberse a una ingesta demasiado rápida. 

El vómito es un proceso más complejo que implica la expulsión forzada del contenido del estómago a través de la boca.
A diferencia de la regurgitación, el vómito requiere contracciones abdominales activas y suele ir acompañado de vómitos o arcadas.
El material expulsado puede variar en aspecto y consistencia. Puede incluir alimentos parcialmente digeridos, ácidos estomacales, bilis u otros fluidos. 
 
Razones comunes de los vómitos del gato
Como regla general, no hay que alarmarse si la mascota vomita de forma ocasional y no va acompañada de otros síntomas como pérdida de peso o no está afectando a su estado de ánimo general.

Entre las razones más comunes de estos sucesos aislados se encuentran:
  • Indiscreción dietética: el consumo de alimentos inadecuados que no pueden digerir correctamente (como la hierba) puede provocarles malestar estomacal y, por tanto, vómitos. Para ayudar a evitar estas ocurrencias, intente mantener un entorno seguro y una dieta consistente y nutritiva para prevenir indiscreciones dietéticas.
  • Bolas de pelo: Los hábitos de acicalamiento de los gatos pueden provocar la formación de bolas de pelo en el estómago y causar vómitos. Un aseo regular y una dieta específica para el control de las bolas de pelo pueden ayudar a prevenir este problema. 
  • Intolerancia alimentaria o alergias: Los vómitos y otros problemas gastrointestinales pueden ser un signo de reacciones alimentarias adversas. Nuestros expertos pueden guiarle en la creación de una dieta adaptada para abordar estos problemas.
Síntomas que deben preocuparle
Aunque los episodios aislados de regurgitación o vómitos pueden no ser motivo de preocupación inmediata, ciertos síntomas deberían incitarle a buscar atención veterinaria:
  • Vómitos frecuentes y persistentes: Si su gato vomita con frecuencia o los vómitos persisten durante un periodo prolongado. Esta afección puede provocar deshidratación y deficiencias nutricionales.
  • Síntomas adicionales: Si su gato experimenta pérdida de apetito, diarrea o cambios de humor junto con los vómitos (aunque sea un caso aislado). Estos síntomas pueden indicar una afección médica subyacente que requiere diagnóstico y tratamiento profesional.

Conclusión
Conocer y controlar los vómitos de su gato es esencial para su bienestar. Las medidas preventivas, la atención veterinaria oportuna y los consejos de los asesores de Farmina pueden ayudar a gestionar este problema. Asegúrese de que su amigo felino disfruta de una vida sana y sin vómitos con el apoyo de expertos y los cuidados adecuados.

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