Mantener sano a tu perro este invierno
Con la llegada del frío invernal, el bienestar de su amigo peludo se convierte en una prioridad. Es esencial adaptar su rutina de cuidados caninos para mantener a su mascota sana y salva durante los meses más fríos. Desde proteger sus patas hasta ajustar su dieta, aquí tienes consejos detallados para garantizar la salud y la felicidad de tu perro durante el invierno.
Crea un refugio cálido y acogedor
Crear un refugio cálido y acogedor para su perro durante el invierno es crucial para su salud física, su bienestar mental y su comodidad general. Puede ayudar a regular la temperatura corporal, prevenir posibles problemas de salud, favorecer un sueño reparador y contribuir a que tu amigo peludo viva en un entorno positivo y sin estrés.
A continuación se indican los elementos esenciales para proporcionar a tu mascota un refugio cálido y acogedor:
- Proporciona a tu perro un espacio cómodo y sin corrientes de aire para relajarse.
- Eleva su cama para protegerlo del frío del suelo.
- Considera la posibilidad de colocar mantas adicionales o un cojín térmico para proporcionarle más calor.
- Si tu perro pasa largos periodos al aire libre, invierte en una caseta bien aislada con una cama adecuada.
Protege sus patas
El terreno invernal puede ser duro para las sensibles almohadillas de las patas de tu perro. Considera el uso de escarpines para proteger sus patas de las superficies frías, el hielo y la sal. Si no dispones de escarpines, inspecciona y limpia regularmente sus patas después de los paseos. Aplicar un bálsamo seguro para mascotas también puede ayudar a prevenir la sequedad y las grietas, para que las patas de tu perro se mantengan sanas.
Vigila las actividades al aire libre
Aunque el ejercicio es importante, ten en cuenta las condiciones meteorológicas extremas. Las razas pequeñas o de pelo corto pueden necesitar protección adicional, como un abrigo o un jersey para perros. Debes limitar las actividades al aire libre durante las olas de frío intenso y observar a tu perro para detectar signos de malestar. Si muestra escalofríos o signos de congelación, es hora de meterlo en casa.
Establece una rutina de aseo regular
Mantener el pelaje de tu perro es vital para aislarlo del frío. Un cepillado regular ayuda a distribuir los aceites naturales, evitando la sequedad y los enredos. Sin embargo, ten cuidado con los baños excesivos, ya que pueden eliminar el sebo de tu peludo. Utiliza un champú y un acondicionador hidratantes para combatir la sequedad invernal y consulta a tu peluquero o veterinario para que te dé recomendaciones específicas sobre el cuidado del pelaje.
Cuidado con los peligros del invierno
El anticongelante, de uso habitual en invierno, es muy tóxico para los perros. Mantenlo fuera de su alcance y limpia inmediatamente cualquier derrame. Considera el uso de alternativas seguras para mascotas. Además, ten cuidado con los charcos de agua helada, ya que pueden no ser seguras para que tu perro camine por ellas.
Priorizar la atención veterinaria
Las revisiones veterinarias periódicas son cruciales durante el invierno. El frío puede agravar ciertos problemas de salud, por lo que los cuidados preventivos son aún más importantes. Mantenerse al día con las vacunas, discutir los posibles problemas de salud relacionados con el invierno con su veterinario, y hacer frente a cualquier cambio de comportamiento con prontitud es muy importante.
ADAPTAR LA DIETA A LA ESTACIÓN
Mayores necesidades calóricas
El invierno exige más energía para mantenerse caliente, sobre todo en el caso de las mascotas que pasan mucho tiempo al aire libre. En estos casos, puede ser necesario ajustar la dieta de tu perro en consecuencia. Consulta con tu veterinario o con un Consultor Nutricional de Farmina
para determinar si puede ser necesario variar la ingesta de calorías. Una dieta equilibrada y rica en nutrientes también contribuye a reforzar el sistema inmunitario durante los meses más fríos.
Posible aumento de peso
Por el contrario, también debemos estar atentos y evitar un aumento excesivo de peso durante los meses de invierno. En invierno, los perros pueden estar menos activos debido a las temperaturas más frías y a los días más cortos. Si su ingesta calórica sigue siendo elevada sin un aumento correspondiente de la actividad física, pueden correr el riesgo de ganar peso en exceso. La obesidad en los perros puede provocar diversos problemas de salud, como problemas articulares, diabetes y una menor calidad de vida en general.